Juan 14:1-10

Posted 19:01 by Rincon Cristiano in Etiquetas:
1 No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. 2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. 4 Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino. 5 Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino? 6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. 7 Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto. 8 Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. 9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? 10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.


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Este es uno de los capítulos más importantes de la Biblia. Jesús con gran maestría, está preparando el palacio celestial para ese día glorioso en el que recibirá a su Esposa, la elegida de todos los siglos

V1: 1 No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.

“No se turbe vuestro corazón”

Jesús sabía lo que era tener un corazón turbado, por eso les dijo esto. Los discípulos se pusieron tristes porque El los iba a dejar V33: “A donde yo voy, vosotros no podéis ir” pero no se iba para siempre.

“creéis en Dios, creed también en mi”

Jesús esta haciendo una declaración diciéndoles “no se angustien, al contrario confíen en Dios y confíen también en mi”

La palabra “creer” quiere decir tener fe.

¿Que quiere decir tener fe?

Hebreos 11:1 “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”

En otras palabras: Tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencidos de la realidad de las cosas que no vemos.

Jesús les dice a sus discípulos que desafíen su corazón turbado con fe en el Padre y el Hijo.

V2: 2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.

“En la casa de mi Padre muchas moradas hay” (muchos lugares donde vivir)

Esta es una imagen que Cristo nos da del cielo que es la más preciosa que poseemos. Es nuestro hogar celestial con el Padre y con Jesús.

La palabra “morada" en griego quiere decir: Un lugar de permanencia, o un lugar para quedarse.

“voy pues, a preparar lugar para vosotros”

Era una costumbre enviar a uno adelante con tal propósito de preparar un lugar.

Números 10:33 “Así partieron del monte de Jehová camino de tres días; y el arca del pacto de Jehová fue delante de ellos camino de tres días, buscándoles lugar de descanso”

También vemos que Jesús envió a Pedro y a Juan para que prepararan la comida de la Pascua.

Parece que El se esta refiriendo al cuerpo nuevo que vamos a recibir cuando dejemos este cuerpo.

Para entender esto veamos:

2 Corintios 5:1-10: 1 Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos. 2 Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial; 3 pues así seremos hallados vestidos, y no desnudos. 4 Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida. 5 Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu. 6 Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor 7 (porque por fe andamos, no por vista); 8 pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor. 9 Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables. 10 Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.

Algo muy importante Jesús lo dijo cuando Judas ya no estaba. El no iba a preparar un lugar a Judas y menos en un lugar en la casa de Su Padre.

V3: 3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.

Y después de irme y de prepararles un lugar “vendré otra vez y os tomaré a mí mismo”

El Señor mantuvo su promesa a sus discípulos, ellos están viviendo con El ahora en Su reino. El mantuvo Su palabra y El mantendrá su Palabra para nosotros también. Uno de estos días El vendrá por nosotros.

Esta bienaventurada promesa queda cumplida en la muerte de todos los creyentes que mueren antes de la Segunda Venida.

“para que donde yo estoy, vosotros también estéis”

El entero enfoque del cielo es estar reunido con Cristo Jesús. El cielo es cielo no porque tiene las calles de oro, o puertas de perlas, o incluso por la presencia de los ángeles. El cielo es cielo porque Jesús esta ahí y estar con El para siempre.

Este lugar es solamente para aquellos que sirven a Jesús, como dice Juan 12:26 “Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrara”

V4: 4 Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino.

Los discípulos para este tiempo, debían saber perfectamente a donde Jesús iba y cual era el camino.

V5: 5 Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino?

Tomas le dice a Jesús: “si no sabemos a donde vas” ¿Cómo vamos a saber el camino?

Vemos que Tomas y los discípulos estaban muy confundidos, Jesús anteriormente les había dicho que El era la puerta y el que en el entrara sería salvo. (Juan 10:9)

V6: 6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

Este es uno de los pasajes más básicos e importante en las Escrituras.

¿Cómo conoceremos el camino hacia Dios?

Únicamente a través de Jesús.

Por ser el camino – Jesús es nuestra senda al Padre.

Por ser la verdad – Jesús es la realidad de todas las promesas de Dios.

Por ser la vida – Jesús une su vida divina a la nuestra, tanto ahora como eternamente.

Jesús es el camino a Dios y el único camino, por eso dijo “Solamente por mi se puede llegar al Padre"

V7: 7 Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.

Conociendo a Jesús, conoceremos al Padre.

“Si me conocieseis”

¿Cómo podemos conocer a Jesús?

Por experiencia personal, estudiando la Palabra de Dios, porque es la mente de Dios.

Jesús les dice, se las voy a poner más fácil a ver si me entienden, “Ustedes ya lo conocen desde ahora, pues lo han estado viendo”

V8: 8 Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta.

Vemos que Felipe ciertamente no comprendió la idea que Jesús acababa de expresar.

Diciendo: “Déjanos ver al Padre, y con eso nos basta”

V9: 9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?

Jesús es la imagen visible del Dios invisible. Es la revelación completa de lo que es Dios.

Colosenses 1:15 “El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación”

Si usted quiere saber como es Dios el Padre, miren a Jesús, el mismo amor, compasión, misericordia y bondad, las cuales son evidentes en Jesús, por tanto, son también evidentes en Dios el Padre.

"Tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conocen?"

¿En verdad nosotros conocemos a Jesús? ¿Sabemos como es El?

“El que ve a mi, ve al Padre”

Para conocer al Padre, debemos conocer a Jesús, porque El es la imagen de Dios. Jesús anteriormente les había dicho “El que cree en mi, no cree en mi, sino en el que me envió; y el que me ve, ve al que me envió” (Juan 12:44-45)

¿Cómo, pues, dices tu: Muéstranos al Padre? Si Jesús ya se los había dicho anteriormente.

V10: 10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.

¿No crees?

Jesús tenía derecho a esperar una mayor fe de estos hombres por el tiempo que ellos habían pasado con Jesús y por las muchas enseñanzas que ellos habían recibido de El.

Se los había dicho que El estaba en el Padre y el Padre en El.

Esta unidad con el Padre ya la había expresado Jesús con anterioridad como se muestra mediante sus palabras y sus obras. Juan 10:38 “no las hablo por mi propia cuenta”

Vemos aquí la sumisión de Jesús al Padre, haciendo la voluntad y obedeciendo.



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