Bien dijo el Señor Jesucristo que el diablo es «padre de mentira» (Jn.8:44).
Es un artífice para tender trampas y engañar, incluso, a los cristianos más preparados y fieles en los aspectos del Señor. Un misil de fuego en la mente del creyente bien anclado en la Biblia, de calibre alto espiritual, puede hacer la diferencia entre la santidad y el pecado de engaño. Pablo explica de la posibilidad de engaño por medio de la mentira demoníaca:
«Pero temo que como la serpiente con su astucia engaño a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo».
(2 Co.11:3).
Nada pasa desapercibido para Satanás, que ha logrado perfectamente conocer, a través de los tiempos, el carácter natural y caído del ser humano: sus debilidades, inclinaciones, pervesriones, variados gustos, y conducta en general. Es un maestro para sembrar la maldad, y lo hace primeramente como una pequeña semilla, insignificante, que parece inocente, pero que día a día crecerá para dar gigantescos frutos de incontrolable iniquidad y que empujará incuestionablemente a no pocos hacia la Muerte Segunda, como resultado de la resistencia rebelde al Dios de la gloria.
El Señor Jesucristo, habló del engaño religioso de los últimos tiempos. Vemos perplejos que en las congregaciones pseudocristianas, ajenas al principio que marca la Biblia, se yerguen en arrogancia dándole primero honor al hombre que al mismo Dios del cielo.
El neopentecostalismo es un ejemplo clásico. Hombres como Cash Luna, B. Hinn, K. Copeland, Hagin, y muchos otros más, se adjudican el nombre de «sanadores de Dios», «ungidos», y «elegidos» para la obra divina. Pero en verdad, sus actos y pensamientos dejan mucho que desear delante de los ojos del Creador. Practicantes de un legalismo extremo, el diezmo es exigido y sus billeteras y cuentas bancarias son dignas de ser comparadas con aquellos que se mueven en el espejismo del jet-set.
Qué decir de sus predicas, amalgamadas de engaño y luz: un suculento y seductivo manjar que causará, luego, una sepsis espiriritual que habrá de necrosar la razón con fatales términos. No sólo esto. El mundano, y, desgraciadamente, muchos cristianos fríos y descuidados, han caído en las garras del ocultismo.
La Nueva Era se mueve y evoluciona con éxito a pasos gigantescos, preparando las mentes para aceptar al «hijo de perdición»: el Anticristo Escatológico, que será recibido cual héroe y salvador de la humanidad, cuando el «principio de dolores» haya asomado sus tétricas narices en el mundo.
«La Confesión Positiva», es parte hoy de la vida religiosa del creyente timado de las congregaciones pentecostalistas carismáticas. Las palabras que declaran para obtener algo, posee una naturaleza sideralmente separada del concepto bíblico veraz. Este chamanismo, se caracteriza por visualizar en la mente el anhelo de algo, o alguien (Mente Sobre Materia), y que será obtenido, al ser «materializado» como por arte de «magia» por medio de una «fe» que no es la que Hebreos 11:1 determina.
El fenómeno Ovni, las apariciones, la brujería, la práctica de la guija, la de los cristales de cuarzo, la adivinación, la telequinesis, precognición (esta última, se ha avalado científicamente), el uso de los psíquicos para resolver casos policíacos, el espiritismo son promocionados exhaustivamente, y la Nuera Era, se está encargando en mucho de ello efectivamente. También, los cristianos ignorantes de las Escrituras, han caído en el ardid de la Nueva Era. Ejemplos tenemos los que se sujetan a dietas vegetarianas, a los que practican la meditación, el yoga, las artes marciales, los que gustan de las clases de Ayurveda, de la acupuntura oriental, cuyos orígenes son netamente pagano, y que son propicios para abrir puertas a los demonios inmisericordes.
El diablo está alistando a muchos hacia el camino que lleva a la adoración del Anticristo final por medio del acondicionamiento mental en muchas formas variadas de la Nueva Era. Nuestros hijos se encuentran en peligro inminente de ser arrastrados por esta sutil corriente místico-oriental, preparada para engatusar a los creyentes en últimos tiempos de acuerdo a 1 de Timoteo 4:1. Un excelente maestro, que nunca se cansa, es la televisión. Un tirano esclavizador de la mente: una caja endemoniada. Los programas infantiles se encuentran saturados de ocultismo, magia y satanismo. A los niños y jóvenes, les es nada extraño el tipo de programación oscurantista que aprecian, ya que el diablo, paulatinamente lo ha hecho ver con naturalidad el asunto, tomándolos de la mano para llevarlos pacientemente a la ruina total.
Cuando el mundo pagano se haya metido en la neblina de muerte novoerista, y muchos cristianos e hijos, además, entonces estarán listos para decir, un día, así: "¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella?" (Ap.13:4b).
M I S T I C I S M O
Engaño sutil cobija la tierra,
Estragos ha hecho su grande presencia;
Ajenos preceptos con toda su fuerza,
Penetran la mente que acepta su esencia.
Colocan al hombre por fuera de tierra,
Lo llevan viajando por raras esferas,
Lo envuelven en sueños de extrañas quimeras,
De ideas profanas, absurdas, perversas.
Doctrinas que sientan al hombre en estrellas,
Muy lejos del mundo, flotando en tinieblas;
Sin juicio, ni tino, él vive en estelas
De polvos oscuros de altos cometas.
No pisa los suelos, se encuentra en planetas
De dogmas nefandos que abruman conciencias;
De duda y angustia, de formas inversas,
Que invitan al caos con firme insistencia.
Es un artífice para tender trampas y engañar, incluso, a los cristianos más preparados y fieles en los aspectos del Señor. Un misil de fuego en la mente del creyente bien anclado en la Biblia, de calibre alto espiritual, puede hacer la diferencia entre la santidad y el pecado de engaño. Pablo explica de la posibilidad de engaño por medio de la mentira demoníaca:
«Pero temo que como la serpiente con su astucia engaño a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo».
(2 Co.11:3).
Nada pasa desapercibido para Satanás, que ha logrado perfectamente conocer, a través de los tiempos, el carácter natural y caído del ser humano: sus debilidades, inclinaciones, pervesriones, variados gustos, y conducta en general. Es un maestro para sembrar la maldad, y lo hace primeramente como una pequeña semilla, insignificante, que parece inocente, pero que día a día crecerá para dar gigantescos frutos de incontrolable iniquidad y que empujará incuestionablemente a no pocos hacia la Muerte Segunda, como resultado de la resistencia rebelde al Dios de la gloria.
El Señor Jesucristo, habló del engaño religioso de los últimos tiempos. Vemos perplejos que en las congregaciones pseudocristianas, ajenas al principio que marca la Biblia, se yerguen en arrogancia dándole primero honor al hombre que al mismo Dios del cielo.
El neopentecostalismo es un ejemplo clásico. Hombres como Cash Luna, B. Hinn, K. Copeland, Hagin, y muchos otros más, se adjudican el nombre de «sanadores de Dios», «ungidos», y «elegidos» para la obra divina. Pero en verdad, sus actos y pensamientos dejan mucho que desear delante de los ojos del Creador. Practicantes de un legalismo extremo, el diezmo es exigido y sus billeteras y cuentas bancarias son dignas de ser comparadas con aquellos que se mueven en el espejismo del jet-set.
Qué decir de sus predicas, amalgamadas de engaño y luz: un suculento y seductivo manjar que causará, luego, una sepsis espiriritual que habrá de necrosar la razón con fatales términos. No sólo esto. El mundano, y, desgraciadamente, muchos cristianos fríos y descuidados, han caído en las garras del ocultismo.
La Nueva Era se mueve y evoluciona con éxito a pasos gigantescos, preparando las mentes para aceptar al «hijo de perdición»: el Anticristo Escatológico, que será recibido cual héroe y salvador de la humanidad, cuando el «principio de dolores» haya asomado sus tétricas narices en el mundo.
«La Confesión Positiva», es parte hoy de la vida religiosa del creyente timado de las congregaciones pentecostalistas carismáticas. Las palabras que declaran para obtener algo, posee una naturaleza sideralmente separada del concepto bíblico veraz. Este chamanismo, se caracteriza por visualizar en la mente el anhelo de algo, o alguien (Mente Sobre Materia), y que será obtenido, al ser «materializado» como por arte de «magia» por medio de una «fe» que no es la que Hebreos 11:1 determina.
El fenómeno Ovni, las apariciones, la brujería, la práctica de la guija, la de los cristales de cuarzo, la adivinación, la telequinesis, precognición (esta última, se ha avalado científicamente), el uso de los psíquicos para resolver casos policíacos, el espiritismo son promocionados exhaustivamente, y la Nuera Era, se está encargando en mucho de ello efectivamente. También, los cristianos ignorantes de las Escrituras, han caído en el ardid de la Nueva Era. Ejemplos tenemos los que se sujetan a dietas vegetarianas, a los que practican la meditación, el yoga, las artes marciales, los que gustan de las clases de Ayurveda, de la acupuntura oriental, cuyos orígenes son netamente pagano, y que son propicios para abrir puertas a los demonios inmisericordes.
El diablo está alistando a muchos hacia el camino que lleva a la adoración del Anticristo final por medio del acondicionamiento mental en muchas formas variadas de la Nueva Era. Nuestros hijos se encuentran en peligro inminente de ser arrastrados por esta sutil corriente místico-oriental, preparada para engatusar a los creyentes en últimos tiempos de acuerdo a 1 de Timoteo 4:1. Un excelente maestro, que nunca se cansa, es la televisión. Un tirano esclavizador de la mente: una caja endemoniada. Los programas infantiles se encuentran saturados de ocultismo, magia y satanismo. A los niños y jóvenes, les es nada extraño el tipo de programación oscurantista que aprecian, ya que el diablo, paulatinamente lo ha hecho ver con naturalidad el asunto, tomándolos de la mano para llevarlos pacientemente a la ruina total.
Cuando el mundo pagano se haya metido en la neblina de muerte novoerista, y muchos cristianos e hijos, además, entonces estarán listos para decir, un día, así: "¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella?" (Ap.13:4b).
M I S T I C I S M O
Engaño sutil cobija la tierra,
Estragos ha hecho su grande presencia;
Ajenos preceptos con toda su fuerza,
Penetran la mente que acepta su esencia.
Colocan al hombre por fuera de tierra,
Lo llevan viajando por raras esferas,
Lo envuelven en sueños de extrañas quimeras,
De ideas profanas, absurdas, perversas.
Doctrinas que sientan al hombre en estrellas,
Muy lejos del mundo, flotando en tinieblas;
Sin juicio, ni tino, él vive en estelas
De polvos oscuros de altos cometas.
No pisa los suelos, se encuentra en planetas
De dogmas nefandos que abruman conciencias;
De duda y angustia, de formas inversas,
Que invitan al caos con firme insistencia.
0 comment(s) to... “M I S T I C I S M O”
0 comentarios:
Publicar un comentario